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Lilypie First Birthday tickers

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ansiedad y embarazo

Es cierto que llevo semanas removiendo el pasado. Cuando tienes tantos sentimientos acumulados y contenidos es normal que pierdas los papeles en más de una ocasión.
Durante el embarazo experimenté en muchos momentos que había llegado al límite por estrés. Siempre me he considerado una persona de extremos. No tengo punto medio.

Recuerdo que durante 9 meses tuve la sensación de estar a punto de estallar, no por el propio embarazo sino por los problemas que se fueron sucediendo.
Ni aún cuando di a luz, me sentí liberada sino todo lo contrario, era feliz, increíblemente feliz, pero en el fondo estaba en el final del trayecto.

La sorpresa por nuestra feliz noticia no tuvo el resultado esperado en ciertas personas. Cosa que todavía lamento. Aunque lo que más me sigue doliendo es lo que sucedió meses despúes.
Ya en la primera cita médica (a la cual me derivaron tarde por un error administrativo) me hicieron sentir como si lo estuviera haciendo todo mal. Y yo que culpa tenía.
A eso se sumó la inestabilidad laboral que ha tenido mi pareja a lo largo de este año.

Gracias que las personas en que confío me dieron fuerzas para poder seguir adelante, no sé que habría hecho sin ellas.

Pasaron los meses y fueron muchos comentarios que tuve que aguantar: que eramos unos irresponsables, que debíamos haber hecho las cosas de otro modo (en relación a que no estabamos casados), que no ibamos a tener dinero para comprar una cuna al bebé... Recuerdo incluso la hora, el día y el lugar.

Pero lo que menos me esperaba es que mi pareja sufriría tanto en los últimos dos meses a raíz de las discusiones que tuvo en su ámbito familiar. Tanto que fueron varias las visitas médicas a las que le acompañé. Yo embarazada de 7 meses esperando en urgencias hasta las 3 de la mañana. Esto es algo que no voy a olvidar nunca. Nadie tiene derecho a hundirte en el mejor momento de tu vida.

Finalmente nació Elisa y mi chico se llenó de ilusión y felicidad. Todo este recorrido había sido tan duro y difícil que su nacimiento compensó cualquier cosa.

Desde entonces arrastró ese sentimiento que cada vez va siendo menor pero que en el fondo ha marcado la etapa más importante de nuestras vidas y por más que lo intentó creo que el nudo en el estómago va a ser difícil de soltar.

2 comentarios:

  1. AIs, yo tuve esa sensación hasta los cuatro meses de Nora. Después callas muchas bocas. A mí lo que más me jodió es ver el alivio que supuso en la familia mi aborto de este verano...no te digo ná. Vamos, que te entiendo, un besete!

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  2. Nunca entenderé como de algo tan importante como traer un bebe a este mundo sea traduzca en un problema, inconveniente, que siempre se recurra a la tipica frase: no es el momento. ¿Y cuando es el momento?

    Siempre es un buen momento, los hijos cambian la vida a mejor aunque haya quien quiera decir lo contrario. Pensamos que nos complican la vida pero es al revés, lo simplifican todo.

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