Replanteando el futuro

Estas dos ultimas semanas han sido bastante dificiles. Se acabó el permiso de lactancia y con él mi protección laboral.

Mi empresa pese a ser una compañía grande opta por reducirme la jornada de manera unilateral, solo es media hora al día pero a final del mes se nota, y más cuando el único ingreso fijo y estable es el mío y la ayuda de alquiler.

Me siento decepcionada porque desde que volví he intentado dar el máximo porque no se notara la hora de lactancia y rendir lo mismo. Es más suele siempre llego al trabajo un cuarto de hora antes para empezar a primera hora sin incidencias y adelantar trabajo.

Me siento decepcionada porque durante los meses de embarazo solo cogí una semana de vacaciones cuando estaba de 3 meses y hasta que dí a luz solo disfruté días sueltos que cogía para ir tranquila a las ecografías o alguna visita médica. Cuando le comuniqué a mi jefa que estaba embarazada me dio a entender que aquí las bajas se las cogían a la mínima y yo le dijé que mi intencion era estar el mayor tiempo posible y así fue.
Es más me enteré una semana antes de dar a luz que a las 37 semanas podía haber cogido la suspensión por riesgo y ahí estuve durante el ultimo mes estresada por el trabajo y por los problemas familiares anexos.

El día que me tramitaron la suspensión hablé con mi jefa y el comentario que me cayó fue el siguiente: "Esperaba que estuvieras hasta el final" Y mi respuesta fue: "Mi cuerpo no aguanta más" Esa misma semana casi me ingresan por tener la tensión alta, me imagino que por la acumulación de tensión que tenía.

No pasaron ni tres días que el mismo día que entregué los papeles en la mutua estaba ya de parto porque esa misma noche de madrugada mi hija nacía.


A mi vuelta me dijeron que no tenían ningún problema con el horario, con el permiso de lactancia, es más me ofrecieron una sala en la oficina pero yo decidí subir a una sala de descanso del mismo edificio para no molestar.

Cual es mi sorpresa cuando esta misma semana me comuncian que me reducen el horario porque no hay trabajo. Una excusa que en mi caso no se cumple puesto que se me han incorporado tareas nuevas.
Imagino que algo tendrá que ver en que la decisión viene más allá de mi departamento, eso quiero creer, pero de todas formas, cada día tengo menos ganas de seguir aquí.

A veces pienso que sería mejor que me dieran pasaporte y a otra cosa mariposa.

Estoy decepcionada porque se que me he estancado en un puesto que no equivale a mi formación.
He pensado en dar clases de informática para personas que no tienen conocimientos, pero deseo estar con mi hija, tanto como tener la capacidad de darle lo mejor.
Me he planteado volver a pintar, volver a hacer manualidades y sacarme un sobresueldo.
Tengo tantas ideas en la cabeza para hacer pero no tengo fuerzas ni motivación para emprender nada.


Menudo rollo he soltado, pero vamos que me he quedado bien a gusto.
Feliz fin de semana y que nadie os amargue vuestros mejores momentos