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jueves, 22 de marzo de 2012

Por qué llorar

Será por el cansancio, será por la acumulación de sentimientos. Será porque el cuerpo es muy sabio.

Llevo unas semanas como una montaña rusa, con mucho trabajo, con muchas emociones, con mucha tensión, a veces con ratos más agradables.
Recuerdo como se acerca el mes de abril y hace un año que pintabamos la paredes del salón y del cuarto de Elisa y como a menos de un mes de que naciera montabamos su armario y guardabamos la ropita que habiamos comprado.

Recuerdo como se movía, tan dulce, esa sensación de ver mi tripa tumbada y ver como se movía.

Hace mucho que no me emociono, creo que es una barrera que me he impuesto a mí misma por obligación y por necesidad. Necesito no sentirme tan vulnerable, sé que cuando eso pasa soy más proclive a derrumbarme y tengo la obligación por mí misma de sentirme fuerte y poderosa, igual que me sentía cuando esperaba a mi hija.

El embarazo nos da fuerzas para mover el mundo, por lo menos en mi caso.
No he sentido depresión post-parto, creo que he durante el embarazo y hasta ahora he ido arrastrando una sensación continuada de tristeza, que intento evitar haciendo ejercicio de relejación y pensando mucho lo hermoso que es tener a mi hija conmigo.

Me vienen tantos momentos a  la cabeza, me siento tan fuera de lugar a veces.

Creo que he vuelto a sentirme insensible con el dolor, como si formara parte de mí, como si fuera el unico sentimiento que debo sentir y como si fuera el unico sentimiento que pueda sentir.

Sobre todo lo que observo es que tengo muchas ganas de hacer cosas, pero cuando intento llevarlas a cabo lo que pienso es ¿para qué?
Esto que me pasa no es más que falta de ilusión porque generalmente soy una persona que tira hacia adelante, que siempre intenta ver el lado bueno, pero ultimamente casi es una obligación ser optimista.

Me gusta rodearme de personas con energía positiva, con ganas de luchar, aunque muchas veces te encuentres lo contrario.

Aún podemos cambiar las cosas.

2 comentarios:

  1. Pues mira, creo que hay que llorar, además es bueno...yo lo he hecho también(últimamente en dos ocasiones como mucho)pero me fue bien, aprovecho y descargo por todo lo demás, al día siguiente, a veces, me siento con mucha más energía. Pero no me dejo vencer, nunca, eso no lo permito.
    Ser madre es algo maravilloso, ya lo sabemos, pero también nos carga de muchas responsabilidades, añadidas a las que ya llevabamos a nuestra espalda, así que necesitamos tregua, sea como sea, y si hayq ue llorar para quedarse nueva, pues se llora.

    Un besazo!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu apoyo. Las cosas van encauzandose pero poco a poco.

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